La vuelta a Londres en 48 horas

Es lunes y estoy muy cansado. ¿Por qué tan cansado? Porque estuve el fin de semana en la más maravillosa de las ciudades del mundo: Londres.
Si quieren saber cómo me fue, la respuesta es bien. Y si preguntan cómo estoy ahora, pues que decir, pésimo. ¿Por qué? porque no se puede visitar Londres en 48 horas, es una locura, ¡Es una tonteria! Es que tengo tantas, pero tantas ganas de volver que da rabia.
Ok, dejando de lado la penita, concentrémonos en Londres. Para empezar, la arquitectura de la ciudad es preciosa, aquí realmente se respira cultura. Esta ciudad fué fundada el año 43 D.C por los romanos bajo el nombre de Londinium y es hoy la segunda ciudad más grande de Europa (después de Moscú).

(Palacio de Westmister)

La verdad es que sin necesidad de gastar 1 peso en atractivos turísticos uno queda maravillado igual. El sólo echo de observar el Tower Bridge (Puente de la torre) ya merece la pena el precio del pasaje. Este puente fue construído en 1870, y se conserva en perfectas condiciones.
Mi amigo Ed Little (a quién doy las gracias por recibirme Inglaterra) me contó que el americano Robert P. McCulloch compró integramente el Puente de Londres para que este mismo fuera contruído en Norteamérica. El problema es que se gastó una fortuna comprando un puente que no era el que se quería, pues el Puente de Londres no es el mismo que el Puente de la Torre, el cual cuenta la leyenda, el americano quería comprar.

(Tower bridge - in inglés)

(China Town - en inglés)

Londres es además parte importante del Protestantismo, en ella Casiodoro de Reina comenzó a escribir la que hoy conocemos como la Biblia del Oso, bajo el consentimiento de la Reina Isabel I. Se encuentra en Londres la Iglesia Metropolitan Tabernacle de la cual fue pastor Charles Spurgeon, también conocido como "El príncipe de los predicadores".

(Metropolitan Tabernacle)

(¿Jamiroquai?)